Nació como un niño llamado Ignacio, como su padre, pero a los seis años, se dirigió a éste, el actor porno Nacho Vidal, y a su madre, la también actriz de cine X Franceska Jaimes y les dijo: “Soy una niña, me llamo Violeta”. Este testimonio da pie a un documental sobre niños transexuales que se estrenó este viernes en el Festival de Cine de Málaga, titulado Me llamo Violeta.
En el filme se recoge la historia de Violeta y la postura de los padres al respecto: “Tú haz solo lo que sientas que quieras hacer”, le dijo Franceska Jaimes a la niña. Por su parte, Vidal dice “ni Franceska ni yo somos superpadres, solo simplemente padres. Acompañamos a nuestra hija en un camino que ella quiere tomar y lo hacemos desde la empatía y el respeto”.
“Es cierto que hemos evolucionado. Hoy por hoy, mi hija tiene derecho a ir vestida como le de la gana, a llamarse Violeta y a poder cambiar el libro de familia porque ella se siente chica y no chico. Pero ¿quién soy yo para decir lo que ella es o no es? ¿quién es nadie para hacerlo?”, relata Nacho Vidal.
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